Hola, hola, holaaaa…!
Saben que me gusta compartir con ustedes estas visitas tan especiales que he tenido la oportunidad de realizar dentro y fuera de mi país, pero sobre todo el turismo interno, porque es que mi país es hermoso, y es injusto que muchos dominicanos no conocen bien aún los preciosos lugares de aquí, y yo sé que no es difícil realizar una excursión para visitar estos rinconsitos tan hermosos que tenemos. Esta vez nos fuimos a Cayo Arena, un lugar que yo llamé «el verdadero paraíso».

Salimos de
Sosúa en la mañana hacia
Punta Rusia, hicimos una parada en
Luperon allá almorzamos en
el restaurante «casa blanca» con una hermosa vista hacia el puerto desde donde se podía observar muchos barcos, la mayoría de extranjeros que llegan a visitar la zona, muy buena comida y excelentes atenciones en este lugar.
Continuamos a Punta Rusia un pueblo que yo había visitado antes y que me encanta, porque aquí se vive una tranquilidad que a mi me vuelve loca, bueno, el que me conoce sabe que me encantan los lugares tranquilos para pasar tiempo, y por supuesto que por eso me encanta Punta Rusia, llegamos y buscamos habitación para pasar la noche,
aquí puedes encontrar algunas villas con muy buenas habitaciones y también en los últimos tiempos han construido varios hoteles.
En Punta Rusia no hay mucho para hacer en las noches pero durante el día se puede visitar la playa la ensenada que queda muy cerca y es bastante hermosa. Pues bien, al otro día temprano nos fuimos a Cayo Arena «el paraíso « ya pensamos que no podríamos ir porque en la noche la marea estaba alta y la marina prohibió hacer la excursión, pero amaneció más tranquilo y el capitán llegó para decir que podemos ir, entramos a la lancha y nos fuimos… Confieso que montar mas de 10 veces en avión en el último mes no me causó tanto miedo como estar en esta lancha por unos 45 minutos, pero es bueno de vez en cuando sentir la adrenalina… (Jajaja). Valió la pena el susto, todo pasó cuando llegamos a la pequeña isla.

Simplemente hermoso, me enamoré de este paraíso, estar en el medio del mar, en apena unos metros de arena, un lugar súper tranquilo me transmitió mucha paz, yo pensé: éste es mi lugar, y de inmediato comencé a dar vueltas como loca y a posar para las fotos, (y es que así soy, un poco loca…), cuando estoy en un lugar que me gusta lo disfruto al máximo, porque esos son regalos de Dios y tenemos que apreciarlos y disfrutarlos, por lo tanto yo no me puedo perder la oportunidad de observar cada detalle, sentir la brisa y el sol en mi piel, entré al agua pero no podía nadar porque las olas estaban un poco fuerte y se entrecruzaban una con otras pero me disfruté este tiempo. Luego llegó la hora de salir, entramos a la lancha y estos chicos (el capitán y su ayudante) son muy amables y es increíble como conocen la zona y saben hacer su trabajo, nos llevaron a ver los manglares, y esto fue precioso, deberían ver si no los han visto todavía, porque yo me emociono sólo de recordar estos manglares, yo pensaba en esos momentos y aún lo pienso que la naturaleza es uno de los mejores regalos de Dios, que cosa tan linda y tan perfecta.
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Manglar. |
Te invito a planificar tu excursión a Cayo Arena, es un lugar que vale la pena conocer, por eso quiero que compartas esta entrada con todos tus amigos para que también se animen a vivir esta hermosa aventura.
Bendiciones mil…!
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